Un buen Armador puede convertir una situación inestable en estable.
Un buen Armador puede desnivelar resultados a favor de su equipo.
Un buen Armador genera confianza y seguridad.
Los Armadores psicológicamente frágiles será difícil que lo consigan. Por lo tanto, Físicamente y técnicamente el Armador debe ser rápido, ágil, preciso, coordinado.
Con gran capacidad técnica e inteligencia táctica. Por lo tanto, para los entrenadores, el perfeccionamiento de estos jugadores debe ser una cuestión prioritaria
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